Convocados por José Nicolás de los Dolores González Curbelo, nacido en Bejucal en 1835, la idea de fundar la Orden Caballeros de la Luz nació en su experiencia en la tabaquería, donde se cultivaron lecturas sobre la historia de Cuba y la cultura general. A pesar de su origen humilde, Curbelo se convirtió en un líder intelectual y en el motor de este proyecto, inspirado por los ideales de José de la Luz y Caballero.
El 20 de abril de 1873, Curbelo presidió la primera reunión de fundación en la casa # 614 de la Calle 5ta en Filadelfia y acordaron formar la Sociedad de Socorros Mutuos «La Luz». En esta reunión, además de los temas organizativos, se nombró una comisión encargada de redactar la Constitución y el Reglamento Interno que regiría la logia. Entre los miembros de esta comisión estuvieron Francisco Aguilar, Tomás Castro, Andrés Bidot, Benito Machado, y José González.
Se nombró una directiva provisional para presidir la nueva logia, donde José González Curbelo fue nombrado Venerable Maestro y Benito Machado como Secretario. Esta estructura de liderazgo refleja la influencia de la masonería en sus fundadores, ya que muchos de ellos, incluido Curbelo, eran miembros de la masonería y seguían el Rito Escocés.
El 26 de abril de 1873, seis días después de la primera reunión, se celebró una segunda sesión en la que se aprobó la Constitución y el Reglamento Interno. En esta reunión se acordó que el Reglamento sería el ritual utilizado para los trabajos de la logia y el conferimiento de grados. En este contexto, Curbelo y el resto de los hermanos comenzaron a pensar en la logia como una institución estructurada, con un ritual propio para guiar sus actividades.
Se discutió la admisión de Frank Hartmann, un alemán con simpatías por la independencia de Cuba, quien fue el primer iniciado en la Orden Caballeros de la Luz.
El 9 de mayo de 1873, en el Salón Niagara en la Calle Monroe # 240, se celebró la primera tenida oficial de la logia. En este evento, José González Curbelo propuso que todos los actos de la Orden estuvieran inspirados por los aforismos y la figura de José de la Luz y Caballero, un pensador que influyó profundamente en la ideología de la Orden Caballeros de la Luz. Este acuerdo fue adoptado por unanimidad, y se decidió que el nombre de la logia adoptaría este legado.
En esta primera tenida, los hermanos prestaron el juramento de ley, y el comité secreto de investigación aprobó la entrada de Frank Hartmann como primer miembro de la Orden.
A lo largo de los años, la Orden Caballeros de la Luz siguió evolucionando y adoptando nuevos principios fundamentales. En 1874, la Orden cambió su nombre por el de Orden Caballeros de la Luz y proclamó su Declaración de Principios, que establecía los valores esenciales de la Orden: educación, benevolencia, fraternidad y la exaltación del trabajo y la caridad.
La fundación de las primeras logias fuera de Filadelfia, como la Logia Carlos Manuel de Céspedes # 2 y la Logia Ignacio Agramonte # 3, sentó las bases para la Gran Logia de la Orden.
A medida que la Orden se expandía, se fundaron nuevas logias en lugares como Key West, Cuba, y Jamaica. En 1879, se constituyó la Logia Matanzas # 4 en Cuba, aunque su vida fue efímera debido a su vinculación con movimientos conspirativos. A pesar de los desafíos, la Orden Caballeros de la Luz siguió consolidándose como una de las principales instituciones fraternales cubanas.
En los años siguientes, la Orden Caballeros de la Luz continuó expandiéndose por Cuba, con la fundación de logias como José Martí # 2 y Calixto García Iñíguez. En 1900, se fundó la Logia Hijos del Ariguanabo # 9, la primera logia cubana que continúa operando hoy, y en 1902, la Logia Félix Varela se estableció en la Habana.
El 20 de mayo de 1903, se formalizó la Soberana Gran Logia de la República de Cuba, consolidando la Orden Caballeros de la Luz en el país. Con el paso de los años, la Orden se abrió a nuevas perspectivas, y en 1912, la mujer fue incluida formalmente en la Orden con la creación de la Logia de Sacerdotisas del Hogar # 1.
A lo largo de más de un siglo, la Orden Caballeros de la Luz ha mantenido viva su misión original de promover la educación, la benevolencia y la fraternidad. Hoy, la Orden sigue siendo una de las instituciones fraternales más respetadas en Cuba y el mundo.
La Orden Caballeros de la Luz ha trascendido generaciones y continúa siendo un pilar de unidad y compromiso cívico. Su legado es una inspiración para todos aquellos que valoran la hermandad, la justicia y el servicio a la comunidad.
Si deseas ser parte de esta noble Orden y continuar el legado de José de la Luz y Caballero, te invitamos a unirte a nosotros en esta misión que sigue viva hoy.Para la